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NINGUN MADRILEÑO ES JEFE MIO

Se trata de un mural que habla de la tematización de las ciudades, de la turistificación masiva del Levante. Plantea un escenario, lúdico y político. Al ser La Manga el centro de ocio veraniego regional y especialmente para la gente del interior, se convierte en una localidad temática, que se activa y se desactiva, se olvida en función del interés y la utilidad de esta. Esto lleva a que durante el verano todos los naturales del lugar se dediquen al servicio, y a servir, algo que además ha sido de suma importancia durante la realización del proyecto, coordinarnos entre todas los horarios, los turnos partidos, las exigencias y el calor del verano. Se nos ocurre, celebrar un día para nosotros, los del sector servicios. Invitamos, en nuestro día libre (lunes) a nuestros compañeros de trabajo y reactivamos una discoteca abandonada emblemática de la zona “El Palmero”. Es un simple ejercicio de tomar distancia y reivindicarse, cuya única certeza es su propio eco; es decir, la incerteza del acto de gritar en el vacío y que se escuche, pero realmente deseando que se escucheNo proponemos desde un antagonismo radical al sistema, no tenemos ninguna solución para nosotras, supone una práctica de fortalecimiento y resistencia. Este ejercicio nos promete conectar entre nosotros como comunidad, y abrir una conversación especifica, en lugar donde nos sentimos libres para conversar.

No proponemos desde un antagonismo radical al sistema, no tenemos ninguna solución para nosotras, supone una práctica de fortalecimiento y resistencia. Este ejercicio nos promete conectar entre nosotros como comunidad, y abrir una conversación especifica, en lugar donde nos sentimos libres para conversar. 

Planteamos esta acción, este proceso de acceso al conocimiento con base en la incertidumbre, Rosina Cazali, con muchas dudas. No se propone esta emancipación con ninguna certeza de que el camino escogido es el correcto. El abandono de la idea del paraíso, de éxito, así como también de la idea de apocalipsis, la otra cara de la moneda, para este proyecto.Intencionadamente, esta protesta propone un microcombate que nunca llega al esperado goce de un gran fínale, más bien a una expectativa propia de subjetividad reducida. Pero, sin embargo, estar a la altura y poder dar de alguna manera respuesta a demandas profundas de nuestras experiencias, lleva a otro tipo de goce desplazado de las demandas correspondientes/oficiales, a un goce más vital.

Descubrimos a lo largo de estos procesos, que es muy difícil explicarse, es difícil explicitarse y que lo entiendan a uno. Y que también es dificultosa la des-familiarización de nuestros hábitos y ortodoxias más arraigadas que van ligadas a esta nueva mirada que exploramos.

Es complicado no querer complacer a lo establecido y es complicado invitar a alguien a acompañarte a hacerlo. Al comprender esto, asumimos que “la ética nómada no quiere negar el dolor; más bien aspira a superar la resignación y la pasividad, que siguen a las heridas, las pérdidas y las expropiaciones”. Rossi Bradiotti..

De la misma manera en este pequeño combate o ejercicio nos sobrepusimos a la sumisión de serie que nos incorporaron en nuestro imaginario colectivo a la vez que nos quitaron las eses y nos regalaron el limón. Renunciamos a la conformidad, escrachamos con nombre y apellido, y creamos una fiesta a la que, lo siento mucho, pero no estas invitado, pero de manera alegre y desenfadada, de la misma manera que ellos me piden su gin-tonic, sin por favor ni gracias. (y quédate el cambio).