reyes de lo mundano

acciones no solicitadas

El ejercicio parte de una premisa académica en la que se nos propone el hogar como un concepto obsoleto, disperso y disuelto en la ciudad. El enunciado habla de que unos usuarios de las ciudades que comen fuera, van al gimnasio, a la biblioteca, al cine y para los que el hogar es una simple parada más para repostar…

Yo no los conozco

Se exige entonces, como enunciado, un diseño basado en la descasificación de nuestras actividades disolviendo el viejo hogar. Entonces, ¿Qué hacemos con aquellas acciones intimas, o más bien relegas a la intimidad? ¿dónde colocamos lo ordinario y todo aquello que hacemos a solas? ¿qué pasará con aquellas que no hemos sido capaces de separar de la vivienda?

Nos damos cuenta de que el espacio público en el que existimos se esgrime como la evidencia física y sensorial de que lo que nos permite hacer la sociedad. Aquello en lo que supuestamente nos hemos puesto “de acuerdo”, un conjunto de postulados programáticos que dibujan de manera sofisticada nuestras diferencias. Separando nuestra identidad y nuestras singularidades y relegándolas a otro escenario, al que llamamos privado. Así, sin olvidarlas ni negarlas del todo.

El enunciado no nos encaja, no creemos que el hogar se pueda olvidar en un mundo en el que lo público es, como concepto político, la esfera de coexistencia pacífica y armoniosa de todo lo heterogéneo de la sociedad. Pero este concepto de ciudadanismo, de ideología de elección, lleva tiempo preocupado por la necesidad de armonizar espacio público y capitalismo, con el objetivo de alcanzar la paz social y “la estabilidad que permita preservar el modelo de explotación sin que los efectos negativos repercutan en su agenda de gobierno”. María Toledano (2007).

El diseño de las ciudades, la arquitectura, nunca fueron datos neutros, ellos dan forma y materialidad al dispositivo que los pone en marcha, mediante la globalización de sus circuitos de distribución y la legitimación de determinado tipo de sujeto.

Acción no solicitada_Tetuán Proyectos 4

Quisimos con esta acción no solicitada hablar de la descasificación, de la separación del hogar, de la no pertenencia y la no propiedad.

Llevamos a la calle algunas acciones que están castigadas frente a la pared, aquellas que escondemos y olvidamos. Revindicamos el hogar como unidad necesaria, ya que el público se nos escapa de las manos. Dada la evidencia de que la modelación cultural y morfológica del espacio urbano es cosa de élites profesionales procedentes en su gran mayoría de los estratos sociales hegemónicos, es previsible que lo que se da en llamar urbanidad – sistema de buenas prácticas cívicas– venga a ser mera requisa de la ciudad, sometimiento de ésta, por medio tanto del planeamiento como de su gestión política, a los intereses en materia territorial de las minorías dominantes. Es por esto que necesitamos la casa, no se puede plantear un ejercicio que niegue esto.

Propusimos un imaginario de espacios superpuestos de realidades aisladas y desvinculadas que habitan entre el hogar y la ciudad. Nos preguntamos que dónde reside el confort, cual es la cualidad mínima del espacio que necesitamos tratar una casa como hogar. nos reconocemos en nuestra proyección por encima de cualquier cosa, en una piel intermedia de objetos, ropa,colores y recuerdos en los que nos sentimos representados. En la intimidad más estridente, en las acciones que solo se dan escondidas, en nuestra naturaleza más ordinaria.

El mundo exige el diseño superlativo

El del buen gusto

El de la mala reputación durmiente

La realidad, muy distinta al mundo puro de la belleza.